Hace un par de semanas platicaba con unos amigos y nos pusimos un poco filosóficos a hablar de amor, decepciones y todo eso. Obviamente toda esta plática salió después de nuestra cena anual, después de muchas botellas de vino vacías y cuando Rodrigo nos contó cómo le había roto el corazón su novia, o ex novia, con quien llevaba años.
Honestamente no estaba prestando mucha atención al tema porque normalmente los temas de los que hablamos entre este grupo de amigos son un poco superficiales y banales por el contexto y el círculo social en donde me desarrollé con ellos.
Cuabdo Ro nos contó todo el drama post ruptura, you know what I’m talking about, tuve un momento Rain Man dentro de mi peda y se me ocurrió hablar de mi experiencia en corazones rotos y volverse a enamorar. Me sorprendí muchísimo yo misma de lo que dije porque es un tema del que ni siquiera me había puesto a reflexionar, literal todas mis reflexiones, que les cuento a continuación, me salieron del alma.
Resulta que nuestro segundo amor es aquella persona que llega a nuestra vida después de que jurábamos que jamás en la vida nos volveríamos a enamorar por lo horrible que había sido nuestra experiencia con un primer corazón roto. Y justamente el segundo amor es el que te enseña a amar de nuevo después de que nos hemos roto; nos enseña que el amor todavía existe, que somos capaces de volver a amar y de amar aún más intenso, nos enseña que todavía podemos tener fe en el amor sin importar cuánto dolor haya causado el primero. El segundo amor está ahí para recoger nuestros pedazos.
Ese segundo amor es el que nos da esperanza y nos hace creer que nuestro cuento de hadas todavía está ahí fuera porque el desamor no es el fin del mundo y hay cosas mejores por delante. El segundo amor nos muestra todo lo que sucede cuando decidimos seguir adelante, cuando dejamos ir, cuando volvemos a intentarlo y cuando no perdemos la esperanza. El segundo amor nos muestra la luz después de la oscuridad.
El segundo amor es más valiente, sabe cómo perdonar, cómo arriesgarse a ser lastimado nuevamente porque vale la pena. Significa que está preparado para lo peor, pero espera lo mejor. El segundo amor nos hace más fuertes.
El segundo amor nos hace creer que es el momento oportuno, porque las cosas no salieron bien la primera vez, porque amamos a la persona equivocada, porque nos rompieron el corazón y porque alguien nos dejó cuando prometió amarnos y ser nuestra persona. Ese segundo amor está aquí para decirnos que siempre hay una razón válida detrás de nuestro dolor y que amar a alguien no siempre significa que sea adecuado para nosotras. Nuestro segundo amor responde todas estas preguntas que parecían no tener respuesta cuando teníamos recién roto el corazón.
El segundo amor tiene todo el sentido del mundo. No se basa en fantasías infantiles, lujuria o enamoramiento; no es ciego, imprudente o tóxico; no se basa en expectativas poco realistas o en pura obsesión. El segundo amor viene después de que hemos aprendido a escuchar nuestro instinto, a estar atento a las red flags, a elegir a alguien porque agregará valor a nuestra vida y cuando hayamos aprendido a tomar decisiones por madurez, no por soledad. El segundo amor nos muestra que podemos ser la primera opción de alguien y nos muestra lo que realmente significa ser amado…
La segunda vez que amemos, nos sentiremos aliviados. Cuando nos rompen el corazón por primera vez, no podemos imaginar amar a otra persona de nuevo o que alguien más nos ame; nos preocupamos de que los ex encuentren el amor y deje de sentir cosas por nosotras. De repente sucede, y es otra mini ruptura de corazón, pero tienes que seguir adelante porque no hay vuelta atrás, y luego también te pasa a ti, alguien más nos ama y nos regresa la calma de nuevo al cuerpo.
El segundo amor se sentirá diferente. La primera vez se sintió casi como un sueño, no estábamos maleados ni contaminados por nada ni nadie, aceptamos el amor con los brazos abiertos y con desesperación: «¡Ámame, ámame, ámame!» Así que lo hicimos. Y luego se vino abajo y nos conmocionó hasta la maldita médula. Nos dimos cuenta de que la gente podía ser cruel y romper nuestro corazón; nos dimos cuenta que esa persona podía dejar de querer decir todo lo bello que dijeron y es ahí cuando empezamos a analizar y nos daremos cuenta de todo lo que hemos aprendido. Diremos «¡Ámame, ámame, ámame! … Hasta que no lo hagas y si ya no lo haces, me gustaría recibir una advertencia previa. ¡Gracias!»
Compararemos nuestro primer amor con el segundo y ¡está bien! es completamente normal. Vamos a analizar ese segundo amor con cuidado: “A mi ex nunca le gustó el brócoli. ¡¿Por qué demonios este come tanto brócoli?!» Descubrir que tenemos la capacidad de amar a varias personas que son completamente diferentes y se sienten diferentes es muy contradictorio; amar un nuevo cuerpo desconocido nos dejará desorientadas y con una enorme necesidad de un mapa. Eso también está bien y debemos preguntarle a nuestro segundo amor por nuevas direcciones.
La segunda vez que amemos alguien, vamos a sufrir un ataque de amnesia. Como en las caricaturas, vamos a tocar y tocar ese nuevo cuerpo a nuestro lado y decir «Wait, ¿cómo hago esto de nuevo?» Va a dar miedo al principio, pero amar es como andar en bici, nunca olvidamos cómo hacerlo.
Con nuestro segundo amor seremos un poco más cuerdas. Es que el primero saca toda nuestra locura, nos comportamos como monstruos locos porque literalmente, nuestra cabeza se está volviendo loca por todos esos nuevos y poderosos sentimientos; pero la segunda vez, vamos a tener una idea de lo que funciona y lo que no. Obvio no va a ser perfecto, la locura hará uno, o muchos, cameos, pero normalmente, ahora somos capaces de ahuyentar a ese monstruo loco.
La segunda vez que amemos a alguien, es de esperar que tengamos mejor sexo (sorry not sorry guys). El segundo amor seguirá sintiéndose emocionante y tendremos pláticas más adultas como vivir juntos o sobre casarse y tener hijos, se sentirá más «adulto».
Lo mas importante es que la segunda vez que amemos, NUNCA será la primera vez. La primera vez es un loco regalo del que no podemos quejarnos ni reclamar, lo cual también está bien porque aprendemos. Pero la segunda vez es más real, es un amor asombroso y es como ponerle un logotipo a nuestra empresa del amor interna.
Tenemos permitido amar de nuevo. Sé que parece una locura porque la última vez que estuvimos con alguien, estábamos bastante seguras de que eso era amor, era lo que esperábamos porque se sentía como algo ardiendo en el pecho que nos hacía sentir vivas y estábamos seguras de que nunca nadie nos iba a hacer sentir así de nuevo. Pero luego terminó. Terminó de una manera que fue tan increíblemente aplastante y dolorosa que nos juramos a nosotras mismas que nunca nos volveríamos a enamorar. Nunca más nos permitiríamos llegar tan lejos con alguien; sí, nos sentíamos solas iríamos con nuestro fuckboy de cabecera, y estábamos seguras de que no pasaría de ahí.
Conocer a alguien y sentir que lo estas empezando a amar es frustrante. ¿Por qué? Porque nos prometimos que nunca volveríamos a amar; nos prometimos que mantendríamos distancia segura de esos seres y que no pasaría de ser un one night stand. No importa lo lindos que se vean por la mañana cuando duermen a tu lado, No importa lo inteligentes o increíblemente divertidos que sean, ni siquiera cuando nos hacen extremadamente felices porque el amor nunca iba a ser algo que se nos pasara por la cabeza.
Todos hemos cometido errores en lo que respecta al amor. Todos hemos sido los que más se preocupan y todos hemos sido la persona a los que menos les importa. Y tenemos miedo porque amar a alguien nuevo después de tener uno o varios malos finales en las relaciones es absolutamente aterrador. Confiar en alguien más con tu corazón que ya está tan magullado y desgastado es valiente, sin embargo con ese segundo amor sabemos que es diferente aunque luchemos porque no sea así, pero al final nuestras almas y corazones se conectan de una forma tan increíble, que ya no puedes negarte y todo eso te doblega.
Y cundo esto sucede y conoces a a alguien que te hace sentir que tal vez valga la pena correr el riesgo de amar de nuevo, no lo dejas ir. Podemos amar de nuevo. Solo concedámonos el permiso sin importar cuál pueda ser el resultado. Porque dar nuestro corazón esta vez podría ser la mejor decisión que hayamos tomado…
Que razón tienes, yo lo estoy disfrutando ahora 🤗. Un besote y pasa unas Navidades estupendas😘😘😘
Me gustaLe gusta a 1 persona
Uy, me empeñaba en que el primero fuera el correcto, pero sin duda, el segundo vale toda la maldita pena. Qué bonito que nuestros segundos amores sean top.
Te mando mucho mucho amor y felices fiestas decembrinas. Que viajes mucho para que nos sigas deleitando con tus historias de viaje fantásticas ❤
Me gustaLe gusta a 1 persona