Hace algunos días hablaba con Stef sobre eso que se conoce como «el despertar espiritual», todo lo que implica y el proceso interno por el que atravesamos. Lo que mas me llamó la atención de esto que trabajé con Stef en mi terapia es algo que le llaman «La noche oscura del alma» y hoy les quiero contar sobre esto porque, al parecer, ya lo viví, o algo así.
En pocas palabras, la noche oscura de nuestra alma es cuando el miedo, la tristeza y la desolación se apoderan de nuestras vidas. Stef me explicaba que a lo largo de nuestra vida tenemos varias crisis, pero que todos pasamos por una muy grave que implica una crisis espirituales o fases de vacío existencial, originada por varias cosas (fallecimiento de un ser querido, enfermedad, separaciones y rupturas, pérdida del sentido de la vida, fracaso profesional o personal, pérdida de un trabajo, etc.). Estas crisis que consideramos extremadamente graves son las que llamamos “La Noche oscura del alma”, y nos marca tanto en nuestra vida pues experimentamos sensaciones que nunca antes habíamos sentido, o al menos n con la intensidad que se siente en este periodo, como miedo, tristeza, soledad, impotencia y desolación; esto nos marca tanto, que a veces, la mayoría de las personas, inician su «despertar espiritual».
Stef también me explicaba que en este momento vivimos circunstancias y experiencias donde nuestro ego se derrumba, es como un tsunami espiritual donde no vemos la salida, 24/7 tenemos sentimientos de vacío, miedo, soledad, aislamiento, apatía, indiferencia, pérdida de energía y sentido, negación del presente (donde a fuerza queremos regresar el tiempo y volver a un tiempo y espacio donde estábamos mejor), desconcierto y desesperanza. O sea, es nuestro agujero negro de donde no vemos la salida.
Me llamó tanto la atención esto y todo lo que hablé con Stef que me puse a investigar un poco más de todo esto en internet e incluso continué con este tema con Brenda, Eréndira y mi psicóloga Mary. De verdad, no se imaginan, lo mucho que este tema impactó mi vida.
Dentro de lo que pude investigar, «La noche oscura del alma» es una metáfora que utilizó San Juan de la Cruz allá en la España del siglo XVI. Este español hablaba del viaje que hace su alma desde lo que él llama su casa corporal (el cuerpo, la vida) hasta su unión con Dios (la muerte y en términos católicos, la resurrección). En este viaje se pasan por diversas experiencias dolorosas, además, se deben seguir ciertos pasos para lograr la purificación de los sentidos y del espíritu para el momento en que nos reunamos con dios; básicamente, en el catolicismo, es una crisis espiritual grave donde puede sentirse como si Dios nos ha abandonado así de repente.
Al hablar con Brenda de este tema me decía que todo el mundo atravesamos por un momento crucial en nuestra vida donde experimentamos todos estos sentimientos de tristeza, conflictos, pérdida, frustración o fracaso y que nos lleva a catalogar esa noche oscura como depresión, pero no todas esas noches oscuras son depresivas, pues la depresión ya es una patología, una enfermedad mental que debe ser tratada, pues. Me contaba que se dice que es una noche oscura porque no tenemos garantías de que lo que está ocurriendo tenga sentido y que pueda beneficiarnos, pero al final, debemos de aceptar este periodo en nuestra vida y aceptar que todos tenemos esa luz y oscuridad dentro de nosotros para aprender a vivir con ella, pues nuestro espíritu / alma se alimenta de ambas partes.
Esta noche oscura del alma va a ser dolorosa, desalentadora y llena de angustia, pero al final nos va a ayudar a revelar a nuestro verdadero yo. Cuando sanamos y nos recuperamos de esta fase, tenemos una sensación como de estar más vivos y presentes en el aquí y ahora. Como dicen por ahí, nos destruimos para construirnos de nuevo; Brenda dice que nos sana abriéndonos en canal de la espiritualidad, a veces hasta el punto de desmembrarnos y es como una forma de morir y renacer; es nuestra catarsis.
Con Mary fue un tema un poco más complicado porque me decía que ella no era especialista en el tema, pero había estudiado algo de esto en la Universidad; es aquí cuando me empezó a contar sobre lo que Carl Jung decía al respecto. Jung decía que la oscuridad y el caos siempre vienen antes de una expansión de la conciencia; en términos de crecimiento personal, debíamos recordar que no es un proceso lineal, controlable y progresivo, que lo vamos haciendo se acuerdo a esas caídas o crisis (oscuridad) que vamos experimentando a lo largo de nuestra vida, es un proceso necesario para aprender a vivir.
Investigando un poco más, Jung también decía que, efectivamente, es un proceso necesario para aprender a vivir desde el alma, en lugar de desde la tiranía del ego, con menos certezas sobre las cosas y más en contacto con las intuiciones y las emociones. «La noche oscura del alma es un viaje sagrado, iniciático y solitario, un vacío fértil que destruye la pequeña voluntad, el orgullo y el egoísmo para crear un nuevo estado de conciencia”.
“El alma se nutre de la noche oscura. El dolor, las adversidades, las renuncias obligadas a algunos sueños nos hacen humildes. Destruyen capas de orgullo, omnipotencia, vanidad, arrogancia y narcisismo; destruyen capas de egocentrismo, perfeccionismo, rigidez e intolerancia. La humildad se forja en el fuego alquímico del dolor. Tratar de evitar el sufrimiento inevitable solo genera más dolor. Ahora bien, podemos aliviar la pesadumbre y el dolor sin negarlos ni tratar de huir de ellos. Algunas personas se transforman mediante el dolor y las crisis, otras se instalan en la amargura, la tristeza y la desolación, se abandonan en una actitud de víctimas. Las crisis y las pérdidas son las grandes maestras de la vida que nos colocan al borde del abismo. Podemos elegir entre ser aprendices, discípulos de la vida o víctimas. Si queremos ser aprendices hemos de permitir sus iniciaciones.
Las crisis espirituales como la noche oscura del alma son estados de transición, puntos de inflexión, momentos inciertos en los que existe una máxima tensión entre opuestos y a la vez se hallan cargados de fecundidad. Son en sí mismos momentos óptimos para el cambio. Las dificultades, tristezas, desafíos, conflictos y frustraciones nos configuran, son las experiencias que posibilitan el crecimiento y la evolución de la conciencia. Cada sufrimiento es una puerta que se abre a otro plano. El dolor y la pérdida cumplen la función de despertarnos a nuestra verdadera naturaleza primigenia, descubrir quiénes somos más allá de la máscara de la personalidad y los condicionamientos. Cuando muere el ego, el alma resplandece”.
Ascensión Belart
Esto fue un poco de información un poco más técnica de «La noche oscura del alma». La verdad era un término que nunca había conocido y que me impactó un poco, me impactó en el sentido de querer saber más porque sentía que yo ya había pasado por esto. Y pues… creo que sí… al menos eso espero, porque imagínense que deba pasar algo peor a lo que viví en 2019 después de que el ex terminó conmigo, ¡no, no, no! La verdad es que si esa no fue mi noche oscura, no creo poder aguantar algo peor a eso.
Hablando ya más específicamente de mi caso con Stef, Brenda y Mary, todas coincidimos que sí, que esta podría considerarse una de esas etapas de la vida, en especial para Stef y Brenda, pues ahí inició como este despertar espiritual, donde igual estoy descubriendo muchas cosas de mi e incluso descubrí a esa witch that lives inside me. Para Mary, es un poco más científico el tema, y obvio es entendible, pues es mi psicóloga, para ella es una etapa de crisis donde experimenté un trauma que me dejó terribles consecuencias a nivel mental y en la que estamos trabajando para recuperarme de tanta cosa.
Para Stef y Brenda, esta etapa que viví fue como una especie de iniciación espiritual, literal Stef me dijeron que fue una desintegración emocional que, si yo quiero y trabajo en ello, puede llevarme a experimentar una sensación de liberación, liberación del dolor y sufrimiento para ser más específicos. puede ir seguida de una transformación que nos libere y lleve más allá de nuestros horizontes existenciales. Para Brenda, justamente esta etapa me está llevando a conocer esa parte oscura de mi, shadow work, para poder equilibrar esa luz y oscuridad a la hora de continuar con esa práctica mágica y alquímica.
Las tres me dijeron (y recuerdo perfecto que Paty también me lo decía y lo trabajábamos con las meditaciones y la integración emocional) que ante todas estas emociones y sentimientos debía rendirme ante ese dolor y permitirme sentir sin reprimir nada; debía tomar conciencia del momento y observar nuestros pensamientos para sentir las emociones plenamente y evitar caer en hábitos autodestructivos y enfermedades o adicciones (claramente no lo hice, pues terminé con una terrible crisis depresiva combinada con ansiedad, lol). Lo principal es recordar que la oscuridad no es real, sino que sólo una percepción distorsionada nacida del miedo.
Yo también creo mi alma y yo ya pasamos por esta etapa. Es que les juro que el dolor, la desesperación y desesperanza que se sintió después de la ruptura era tan intensa que, hice cosas que no pensé que podría hacer con tal de aliviar ese dolor, quedé hecha pedazos, quedé rota y pensaba que jamás iba a poder regresar a mi vida «normal» nuevamente.
Short story
Recuerdo perfecto que un jueves de 2019 después de la ruptura y mientras vivía acechada por unas personas que se la pasaban insultándome y haciéndome sentir mal vía mail, yo estaba en Polanco haciendo algunas compras y por ahí de las 5:00 pm me llegó un mail donde estas personas, me decían cosas muy hirientes sobre mi físico y sobre cosas que el ex había hecho y dicho que me dolían mucho. Fue tal la desesperación, angustia, tristeza y dolor que sentí al leer todas esas palabras que desesperadamente busqué una Iglesia y ahí me fui a meter a llorar, a tratar de encontrar un poco de paz y de consuelo y a rogarle y suplicarle a ese Dios que sentía que me había abandonado, que me quitara el dolor que estaba sintiendo en ese momento porque era insoportable para mi. A la fecha no lo puedo explicar con palabras, pero recordar esa situación remueve algo en mi pechito que me hace volver a vivir y recordar ese dolorcito indescriptible, literalmente indescriptible.
End of the short story
Algo que también me impacto mucho es algo que me dijo Brenda sobre mi corazón roto y esta etapa. Me dijo que normalmente esta etapa es una de las 8 etapas que las llamas gemelas atraviesan en el proceso de encontrarse en una vida; esta es la etapa conocida como «la retirada» y es donde normalmente la persona que debe aprender sobre apego y dependencia emocional, la vive. Hi, hello, it’s me and Macaco! Lol. Obviamente me niego a creer que se trate de esa etapa en mi vida, pero pues hay demasiadas cosas que indican que debo aceptarla y de nuevo, mi ego se siente pisoteado. Pero bueno, en otro momento les hablo de este tema porque obviamente, la ñoña que hay dentro de mí, ya se puso a investigar y a trabajar con mis terapeutas.
En fin, creo que lo importante que hay rescatar de todo esto es que sea o no nuestra noche oscura del alma, hay que recordar que la oscuridad es necesaria en nuestra vida; que es falso que todo el tiempo y todos los días «vibremos alto». Somos una mezcla de luz y oscuridad y hay momentos donde una se hace más presente que la otra y hay que sacar provecho a ambas fases. Estas crisis y noches oscuras no debemos tomarlas a la ligera pues es un parteaguas es nuestra vida que nos va a cambiar para siempre, nos va a transformar, y debemos tomarla un obstáculo que nos impide la famosísima y anhelada «felicidad», nuestro happy ever after…