Hace un tiempo les compartí dos técnicas que aprendí en mis terapias con Paty (Integración Emocional) y Stef (The Work, El Trabajo / Claridad). Ambas me han ayudado un chorro a entender mis emociones y pensamientos y no dejar que Macaco se apodere de ellos y haga un desmadre en mi cabeza.
Ya les conté sobre las meditaciones con Integración Emocional y ahora les quiero compartir sobre lo que he aprendido con Stef y como ella lo llama, a hacer trabajo de Claridad, que no es más que otra forma de llamarle al The Work de Byron Katie. Lo más increíble de esta técnica es que no es necesario gastar dinero para practicarla porque Byron Katie la tiene disponible de manera gratuita en su página web, y lo mejor es que hay una línea de ayuda para hacer el The Work, y tiene otros recursos para descargar totalmente gratis… Ojalá hubiese descubierto esto en 2019…
Me gusta mucho esta práctica porque cuando Stef me contó de ella, la historia de Byron Katie, y yo también me puse a investigar un poco más, me identifiqué al instante porque al igual que yo, ella también estuvo en un agujero negro depresivo lidiando y obsesionándose con la idea de suicidio, bueno aunque ella nunca lo intentó. Básicamente, esta técnica es una forma de identificar y cuestionar nuestros pensamientos obsesivos que nos provocan sufrimiento, y que con la práctica constante, encontramos un poco, sino es que mucha, paz dentro de nosotras mismas.
Lo que hace esta técnica, y en propias palabras de Byron Katie, es que nos hace entender que es inútil cambiar el mundo para ajustarlo a nuestra visión de cómo «debería ser» para nosotras poder ser felices, más bien, debemos cuestionar esos pensamientos y ver el mundo cómo realmente es. Obviamente, esto se escucha super lógico e incluso yo llegué a decir, pues obvio, así debemos vivir; la realidad es que cuando estamos en ese rush de pensamientos y overthinking, ni nos detenemos a racionalizar esto, más bien vivimos diciéndonos cosas como «debería apreciar todo lo que hice por él», «mi novio debería ser más detallista conmigo para demostrarme que me ama», «deberíamos acercarnos a hablar de los problemas que tenemos para solucionarlos», etc.
Este tipo de pensamientos se arraigan tanto en nuestra cabeza que terminamos creyéndolos y creemos que si eso sucede, nosotros vamos a ser felices y vamos a tener calma y tranquilidad; nos la vivimos sufriendo para que esos pensamientos se vuelvan realidad y cuando vemos que nunca suceden las cosas como las imaginamos, ahí nos pega más la situación y sufrimos. En cambio, si no creemos esos pensamiento y los cuestionamos, no vivimos queriendo alcanzar esa realidad y por lo tanto no sufrimos.
Querer que la realidad sea diferente de lo que es, es igual que intentar enseñar a un gato a ladrar. Puedes intentarlo una y otra vez y al final, el gato te mirará y volverá a decir: “Miau”. Desear que la realidad sea diferente de lo que es, es desesperante.
Byron Katie
The Work también nos dice que sólo hay 3 tipos de asuntos: los míos, los tuyos y los del Universo (la realidad); y justamente sólo debemos enfocarnos en nuestros propios asuntos para no vivir estresados, infelices y overthinking sobre los asuntos que no nos corresponden. Pensar que nosotras sabemos lo que es mejor para los demás, aunque lo hagamos con las mejores intenciones y todo el amor del mundo, no es más que arrogancia y egocentrismo, porque a veces, ni siquiera sabemos lo que es mejor para nosotros mismos y es ahí donde debemos enfocarnos, en resolver nuestros propios temas.
Ahora, ¿cómo chingados hago esto para dejar de sufrir?
Bueno, lo que les contaré a continuación es desde mi propia experiencia, es el trabajo de Claridad que yo he estado trabajando con Stef y que lo hemos adaptado a nuestras vidas.
En primer lugar, hay que identificar los pensamientos y juicios que nos están haciendo overthinking y causándonos sufrimiento y estrés. Por más bobos, egoístas, «nasty», o lo que sea que los consideremos, hay que sacarlos y anotarlos para que nos sea más fácil identificarlos. Hay que pensar en una situación donde nos hayamos enojado mucho, nos hayamos sentido lastimadas, tristes o decepcionadas con alguien; no hay que censurarnos, hay que recordar cómo nos sentíamos exactamente, el berrinche que hicimos, lo infantiles, egoístas o manipuladoras que fuimos, todo, todo tal cual y responder lo siguiente:
- ¿Quién te enoja, confunde o decepciona, y por qué?
- ¿Cómo quieres que esta persona cambie? ¿Qué quieres que haga?
- ¿Qué consejo le darías a esta persona?
- Para que tú seas feliz en esta situación, ¿qué necesitas que esta persona piense, diga, sienta o haga?
- ¿Qué piensas de esta persona? Haz una lista.
- ¿Qué hay en esa situación que no quieres volver a experimentar nunca más?
Con cada una de las respuestas que escribimos vamos a responder las siguientes preguntas:
- ¿Es verdad? (Sí o no. Si es no, ir a la pregunta 3)
Hay que tomarnos el tiempo suficiente para responder la pregunta de acuerdo a la realidad. La realidad es lo que es verdad, es decir, cualquier cosa que este frente a nosotras y que realmente está pasando (por ejemplo, está lloviendo). Cuando nos planteamos las situaciones con el «debería» o «no debería», eso ya es sólo un pensamiento que tratamos de imponer a esa realidad y hace que no veamos la realidad tal como es.
- ¿Puedes saber que es verdad con absoluta certeza? (Sí o no)
Si nuestra respuesta anterior fue sí, hay que preguntarnos esto, pues muchas veces la respuesta a que nuestra afirmación es verdad, parece cierta pues tenemos todo un background de creencias que la refuerzan. Hay que evitar ser idealistas y enfocarnos en lo que es, en lo que hay en ese momento y no futurear o idealizar con el debería y no debería.
- ¿Cómo reaccionas, qué sucede cuando crees en ese pensamiento? (Reacciones emocionales, físicas, actitudes, tratos, etc.)
Con esta pregunta empezamos a ver la causa y el efecto que tienen dentro de nosotros, pues cuando creemos ese pensamiento experimentamos una sensación incómoda, de malestar, miedo, pánico, etc., e incluso podemos empezar a imaginar situaciones que no existen. En esta pregunta ya empezamos a darnos cuenta de todo el sufrimiento que nos provocan esos pensamientos.
- ¿Quién serías sin el pensamiento?
Para ayudarnos a responder esta pregunta podemos meditar e imaginar que esa persona está en ese momento haciendo lo que nosotras creemos que debería o no debería hacer; luego imaginemos de que forma cambiaría nuestra vida en esa misma situación si no tuviéramos ese pensamiento, observar cómo nos sentiríamos respecto a esa persona, seríamos más amables con ella o simplemente tendríamos más paz.
- Luego hay que voltear ese pensamiento y encontrar 3 ejemplos específicos y genuinos que demuestren que este nuevo pensamiento invertido es verdad.
Para hacer las inversiones, podemos escribirla como si fuera sobre nosotras en lugar de la otra persona; también podemos cambiarla totalmente con la situación, que fuera exactamente lo opuesto a lo que escribimos. La intención de esto no es responsabilizarnos de la situación o de sentirnos culpables, es más bien, descubrir alternativas que nos traen paz.
Tengo que confesar que es literalmente un trabajo bien complicado, al inicio lo estaba haciendo con situaciones que viví con el ex que aún me lastimaban y me seguían generando incomodidad en mi ser. Es como un golpe horrible a nuestro ego porque siempre queremos tener la razón y queremos que nuestras historias sean las verdaderas; ver la realidad como es, sin los juicios que yo me hice sobre esa situación, ¡uy! fue lo peor que le pude hacer a mi ego, literalmente si mi ego fuera una persona, siento que me hubiera mentado la madre, lol.
Esta técnica que empece a trabajar con Stef me ayudó un buen a darme de quien soy viendo lo que creo que es el otro, o sea, lo que les había contado en algún momento sobre la Ley del espejo, que todo eso que me molesta o no soporto en esa persona, de alguna forma está dentro de mi y necesito trabajar eso con mi psicóloga. Otra cosa increíble y porqué recomiendo este trabajo de Claridad, es que me ayuda a dejar de darle el poder a Macaco de seguir suponiendo y armando escenarios hipotéticos en mi cabeza.
La descripción que les hice antes, sobre escribir todas esas preguntas la recomiendo más por si son situaciones que ya pasaron y nos siguen generando sufrimiento; pero, por ejemplo, ahorita que ya tengo un poco más de práctica por lo que he hecho con Stef, en el momento en que me doy cuenta de que no dejo de darle vueltas a una situación sobre otra persona y me empiezo a perturbar, me centro sólo en las 4 preguntas finales. Esto ha sido de gran ayuda especialmente con temas que traigo reprimidos y me hacen que empiece con mi overthinking con Jay.
Si en algún momento quieren intentar trabajar con la Integración Emocional o el The Work, la verdad es que lo recomiendo mucho, miren que en esta loquita que les escribe ha hecho milagros, lol. Bueno, más allá de las bromas que pueda hacer sobre mi locura y mi trastorno mental, les recomiendo que busquen ayuda profesional y que trabajen estas técnicas u otras más en conjunto con sus psicólogos. Hablen con ellos sobre las técnicas y ellos les aconsejarán mucho mejor que yo lo que podría ser mejor para ustedes, pues al final de todo, yo les escribo desde mi experiencia y desde lo que me funcionó y me sigue funcionando a mí.
Por supuesto que todo este proceso no fue fácil, fue una búsqueda constante e impulsada por toda la desesperación que sentía al no poder calmar el dolorcito que sentía dentro de mí. Hace un par de días justo revivía algunas situaciones super dolorosas y al día de hoy, ni yo misma sé cómo pude llegar a donde estoy ahora, de verdad en esos momentos de dolor después de mi corazón roto, les juro que sentía que me estaba muriendo, era un dolor que literalmente no puedo poner en palabras de lo horrible que se sentía; ahora, la verdad es que estoy super orgullosa de mi misma y todo lo que he logrado desde ese horrible 2019, me quiero muchísimo más, tengo un trabajo increíble, la gente a mi lado es la que debe de estar y Jay, bueno, no esperaba encontrarlo y lo adoro demasiado. ❤